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jueves, 9 de febrero de 2017

ENTREVISTA A EVA GARCÍA REDONDO

A lo largo de esta segunda parte del curso, realizaremos pequeñas entrevistas a todos los participantes del proyecto, con el fin de conocerlo de una forma más profunda. De este modo, semanalmente, intentaremos mostraros las experiencias y opiniones que, profesores, alumnos-tutores y alumnos-tutorados, tienen sobre el propio proyecto. 

Hoy, para dar comienzo a esta actividad, entrevistamos a Eva García Redondo, coordinadora del Proyecto Tutoria entre Compañeros, vertiente internacional,  desde hace tres años, y participando en el mismo desde su nacimiento.



P. ¿Desde cuándo formas parte del Proyecto? ¿Cuáles fueron las principales motivaciones que te llevaron a participar en él?

R. Hace 5 años que participo en la vertiente internacional de este proyecto, justamente desde que nació. Desde hace 3, coordino a un equipo que, en la actualidad, está conformado por 4 profesores.
Cuando se me propuso formar parte de la creación de esta vertiente internacional del Proyecto, tuve claro que era una oportunidad ideal para poder ofrecer a las alumnas internacionales el apoyo del que yo había carecido, años antes, cuando había estado realizando algunas estancias académicas en el extranjero. Tener una mano que te ayude en un país que no es el tuyo es siempre un soporte imprescindible para que tu experiencia, no solo social, sino también académica, sea provechosa. Así, durante dos cursos, actué como profesora tutora y trabajé con alumnas de distintas nacionalidades, tanto europeas como asiáticas. Además, tuve la oportunidad de trabajar con Rosine, Carmen, Claudia, Vanesa, Laura, Ana, María del Pilar, Anabel… a quienes, desde aquí, les hago un reconocimiento a su labor como tutoras en los inicios. Sin duda, fueron ellas las que dieron sentido a este Proyecto, pero también sus continuadoras y actuales tutoras, Andrea, Irmaber, Miriam, Almudena, Cristina, Irene, Sara, Leticia y María, que perpetúan ese espíritu bondadoso y gentil. Recuerdo especial y cariñoso para Silvana, quien incluso después de concluir su experiencia como tutora, ha seguido colaborando con el Proyecto. La sonrisa al recordar a estas personas y a otras muchas que han pasado por el proyecto, es la motivación principal.

P. Tras el amplio recorrido del proyecto, no solo en nuestra facultad, sino también fuera de ella ¿crees que este tiene sentido? A los profesores, ¿os compensa dedicar gran parte de vuestro tiempo académico a una iniciativa de este tipo?

R. Nunca me embarco en algo que no crea. En el mundo universitario, donde hay tantos intereses personales y las relaciones laborales que se establecen, en muchos casos, tienen solo la finalidad de obtener beneficios, son necesarias más iniciativas altruistas de este tipo. Como te comentaba anteriormente, la tutoría entre iguales tiene un amplio sentido en la Universidad ya que se trata de un espacio al que un alto porcentaje de alumnos accede sin las competencias necesarias. Distribuir o gestionar el tiempo, solo como ejemplo de ellas, es una capacidad no innata y muchas veces tampoco adquirida en la escolarización previa. Desde el Proyecto, estas y otras competencias son trabajadas con vistas a mejorar los logros personales, académicos y profesionales de nuestros alumnos. En la tutoría internacional se trabajan estas competencias, pero, especialmente, aquellas que tienen que ver con los aspectos culturales, sociales y lingüísticos. Ver como las alumnas internacionales acuden, al inicio de su estancia en la Facultad, asustadas, sin seguridad, con poco dominio del idioma y comprobar cómo, tras unos meses, son capaces de exponer un trabajo frente a un grupo o convertirse en elemento imprescindible de su clase, compensa todas las horas y horas que invertimos los profesores.
No está pagado, pero sí fuertemente recompensado.

P. En líneas generales, ¿estás satisfecha con el proyecto? ¿Qué cambios realizarías con el fin de mejorarlo?

R. Me siento muy contenta con mi participación en el Proyecto y con mi equipo de trabajo, pese a que creo que es preciso mantener una actitud crítica que nos ayude a mejorar y avanzar. Esa es la clave de un Proyecto que está a punto de cumplir 10 años.
En lo que respecta a Internacional, vertiente que coordino en la Facultad de Educación, creo que aún hay muchas cosas por hacer. Probablemente el disponer de los contactos de los estudiantes extranjeros con mayor antelación a su llegada a Salamanca, ayudaría a mejorar el devenir del Proyecto, al igual que mejorar/ampliar la formación inicial de las alumnas tutoras. En ambas cuestiones estamos avanzando y son, sin duda, dos de mis grandes retos desde que asumí la coordinación. Igualmente, adaptar los instrumentos de seguimiento de las relaciones tutoriales y mejorar los flujos de comunicación con las alumnas extranjeras son el caballo de batalla en el que llevamos varios años enfrascados.
Los pasos son cortos pero firmes.

P. ¿Cuáles crees que son los puntos fuertes del proyecto? ¿Qué argumento utilizarías con todos aquellos alumnos que vienen desde el extranjero por primera vez a nuestra universidad para que participaran en el proyecto?

R. Sin duda, los puntos fuertes son la filosofía del proyecto, el carácter altruista de todos sus miembros, la independencia de trabajo que nos permite el Coordinador General a los coordinadores y las personas que forman parte del mismo (tutores, tutorados y profesores tutores).

A los alumnos internacionales les diría que aprovechen la oportunidad única que se les brinda desde la Facultad de Educación de la USAL. El paso por el proyecto solo suma y, en ningún caso, resta, por tanto, no hay nada que perder, y sí mucho que ganar.