Esta semana entrevistamos a Víctor González López, profesor-tutor de la vertiente internacional desde el curso académico 2014-2015. Además, se trata de una persona que conoce a la perfección el proyecto, ya que también ha podido disfrutar de él desde la perspectiva opuesta, gracias a su participación como alumno-tutor hace varios años.
P. ¿Desde
cuándo formas parte del Proyecto? ¿Cuáles fueron las principales motivaciones
que te llevaron a participar en él?
R. Comencé en el proyecto Tutoría entre
Compañeros allá por el año 2010, cuando era estudiante de Educación Social de
tercer curso. En esos momentos el proyecto comenzaba su andadura y se convertía
en una experiencia piloto dentro de la Diplomatura. En ese año ejercí como
alumno-tutor. Por motivos personales, corte mi participación una vez
finalizado ese curso. En la actualidad colaboro de nuevo en el proyecto, esta vez, como profesor-tutor. Eva García Redondo, coordinadora de la vertiente
internacional, me ofreció participar en el año 2014, y volví a embarcarme
en esta aventura.
En esta nueva andadura mis
motivaciones fueron bien distintas a las que tuve en el año 2010. La vía
internacional me pareció que abría una nueva alternativa al proyecto general
aplicado en Grado. Creo que el intercambio cultural aporta un crecimiento
personal en cada uno de los individuos que lo experimentan. Los alumnos
extranjeros que acuden por primera vez a un nuevo país pueden sentirse solos y
el proyecto les ayuda a comenzar ese proceso de adaptación que sufren cuando
pisan por primera vez tierras salamantinas.
P. Tras
el amplio recorrido del proyecto, no solo en nuestra facultad, sino también
fuera de ella ¿crees que tiene sentido? A los profesores, ¿os compensa dedicar
gran parte de vuestro tiempo académico a una iniciativa de este tipo?
R. Por supuesto que sí. Desde el
proyecto se ha ayudado a muchísimos alumnos, tanto nacionales como
internacionales. El proyecto crece cada año y son cada vez más las facultades y
titulaciones que se unen a él. Cuando has vivido en primera persona la
sensación de incertidumbre ante experiencia en un país extranjero te das cuenta
de la importancia que tiene el recibir la ayuda de alguien nativo. Por eso creo
ciegamente en la valía de este proyecto y en labor tan fundamental que presta a
estos nuevos alumnos.
P. En
líneas generales, ¿estás satisfecho/a con el proyecto? ¿Qué cambios realizarías
con el fin de mejorarlo?
R. Sí que estoy satisfecho con el
proyecto. Como he dicho anteriormente considero que la labor que se desarrolla
es fundamental para con los alumnos internacionales.
La verdad es que como cualquier
proyecto o actividad que se desarrolle siempre se puede mejorar. Desde mi punto
de vista creo que en la vertiente internacional se podrían desarrollar un mayor
número de actividades conjuntas entre alumnos-tutores, alumnos-tutorados y
profesores-tutores. A través de estas actividades se podría crear una red de
apoyos, a la vez que se podría favorecer el conocimiento de las diferentes
culturas. Creo que todos los participantes deberíamos dar un paso más e
implicarnos en el desarrollo de actividades que puedan favorecer nuestra
participación en el proyecto, y de esta forma conseguir sacar un mayor provecho
personal de forma común.
P. ¿Cuáles
crees que son los puntos fuertes del proyecto? ¿Qué argumento utilizarías con
todos aquellos alumnos que vienen desde el extranjero por primera vez a nuestra
universidad para que participaran en el proyecto?
R. Sin duda alguna, y en mi opinión, el
principal punto fuerte de este proyecto es la ayuda que se brinda y a través de
la cual nace un aprendizaje, tanto para el alumno-tutor, como para el
alumno-tutorado. Esa relación que se crea entre todos los miembros del proyecto
supone un canal continuo de formación y aprendizaje.
Yo creo que el argumento es bastante
simple. Les diría que aquí tienen un punto de apoyo, una ayuda, que realmente
puede resultarles muy válida para su estancia en la ciudad de Salamanca. Y si a
todo esto le unimos el intercambio cultural que se genera… ¡Que no duden en
apuntarse!